--Eh, le respondí. Es decir: le pregunté que era eso y no me entendió.
Con los días comprendí. Resulta ser que compran una cosa que se llama piñata, es un muñeco grande de cartón, y lo llenan de juguetes y caramelos. La idea es que los niños le den palazos hasta tumbarla y que se rompa y así poder agarrar los juguetes y los caramelos que tiene adentro.
Mi piñata era de Bob, el constructor. Era grande, más grande que yo.
El día de la fiesta me trajeron una torta muy bonita también de Bob, el constructor. Otros niños vinieron a mi casa. Mi papá colocó una piscina. Me trajeron regalos, juguetes y ropa.
Todo estuve divertido hasta que llegó la hora de la piñata. No hubo forma en que yo le diera palazos a esa piñata. No pude. Y eso que practiqué. Bueno, será el año que viene.
Me cantaron cumpleaños feliz y tenía que apagar la vela.
Después que todos se fueron, me acosté en mi cuna cansado. Esto fue el 15-10-2005
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